jueves, 20 de febrero de 2014

ALIMENTACIÓN Y EJERCICIO



¿Por qué el ejercicio físico, actividad física, juego y deporte son importantes a la hora de la digestión? ¿y por qué es importante llevar una buena alimentación a la hora de practicar éstos? 



Con frecuencia, podemos encontrarnos en situaciones  de trastornos digestivos provocados por ciertas irregularidades de los órganos que intervienen en la transformación química y mecánica de los nutrientes que ingerimos. La mayoría de veces se debe a no llevar una alimentación adecuada.

Hablamos de digestión como el proceso mediante el cual los alimentos y las bebidas se descomponen en sus partes más pequeñas para que el cuerpo pueda usarlas como fuente de energía, para formar y alimentar las células. Cuando hacemos  actividad y ejercicio físico, es importante para el sistema digestivo llevar una buena alimentación, ya que así, se repone la energía utilizada y se subsiste al esfuerzo realizado.  


Gracias a una  dieta equilibrada e individualizada (por profesionales) y al ejercicio físico controlado e individualizado (por profesionales), podemos mejorar el rendimiento deportivo, conseguir una composición corporal idónea y fomentar la recuperación muscular. 



Incorporando el porcentaje adecuado de proteínas (aminoácidos esenciales  y proteínas estructurales que actúan sobre los músculos remplazando el desgaste de los tejidos y reconstruyendo las células), hidratos de carbono, lípidos (combustible para las actividades de la vida diaria y ejercicio físico),  vitaminas, minerales y agua (fósforo, hierro, calcio…etc.) ayudamos a regular el organismo  lo suficiente como para afrontar psíquica y físicamente los momentos de la vida cotidiana.


Antonio Regodón



Salud y risas.





Gutierrez, A., y Cols. (1997) Entrenamiento físico - deportivo y alimentación. De la infancia a la edad adulta. Padiotribo. Barcelona.

Dr. José Carlos Gerones: Factores de riesgo, en la tercera edad. Art. interno. I.P.E.N.S.A.

Chávez, M. J. R., & Medrano, D. R. T. Influencia de la actividad física comunitaria en los adultos mayores en la comunidad distrito Cándido González.

martes, 11 de febrero de 2014

¡ACTÍVATE, NUNCA ES TARDE!



Cuando envejecemos, debemos tener en cuenta que un elemento fundamental para la calidad de nuestras vidas, es la capacidad para recibir información del entorno y ajustar la conducta a éste de forma satisfactoria (Gúzman, 2014). Las limitaciones a la hora de realizar este ajuste, pueden inducir a que seamos más dependientes y que nuestra capacidad se vea reducida a la hora de desenvolvernos con éxito en nuestra vida cotidiana. El envejecimiento limita la percepción motriz, haciendo que la producción sensorial que nos ayuda a ajustar el movimiento (corporal) en circunstancias específicas, disminuya con el tiempo.


 El entrenamiento en personas de media y avanzada edad, permite mantener un rendimiento motor superior al de personas de 20-30 años sedentarias.



Gúzman (2014) las divide en:
Capacidades perceptivas: Permiten captar los estímulos procedentes tanto del entorno como del propio cuerpo. Están constituidas por la capacidad visual, táctil, olfativa, acústica y propioceptiva.

Capacidades cognitivas: Son todas aquellas capacidades que permiten procesar e interpretar las percepciones: Podemos distinguir entre la conceptualización de uno mismo y del entorno, la atención, la memoria y la toma de decisiones.

Capacidades de control neuromotor: Permiten generar una respuesta muscular adecuada a las sensaciones y percepciones. Podemos dividirlas en control tónico
-postural (que se manifiesta en la postura, la actitud y equilibrio) y control cinético (que se manifiesta en la coordinación).

 

La actividad física, el ejercicio físico, el juego y el deporte, ayudan a retrasar los efectos degenerativos que podemos tener en movimientos cotidianos, profesionales y deportivos (Meusel, 1996).



Antonio Regodón.

Salud y risas.


Castañer, M. y Camerino, O. (1991) “La Educación Física en la Enseñanza Primaria”. Inde, Barcelona
Le Boulch, J. (1984) “La Educación por el Movimiento en la Edad Escolar”. Paidós, Barcelona.
Meusel, H. (1996). Bewegung, Sport und Gesundheit in Alter. Wiesbaden: Quelle & Meyer.
Gúzman, J. F.  (2014) Características psicosociales del envejecimiento y estrategias para elevar la adherencia. Universidad de Valencia.

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿SOBREENTRENAMIENTO? ¡NO, GRACIAS!



Decimos que el entrenamiento deportivo mejora y aumenta el rendimiento físico en el ejercicio. Las adaptaciones fisiológicas positivas suceden cuando la carga de trabajo es la apropiada en cuanto a volumen e intensidad en el ejercicio (supercompensación). Por eso, el entrenamiento debe ser individualizado (cada persona tiene unas características anatómico-fisiológicas diferentes)  y específico (según el deporte que se practica). No obstante, podemos decir, que la raya entre un ejercicio óptimo y un detrimento de éste, es muy fácil de cruzar. Cuando se sobrepasa la capacidad de adaptación de un deportista, sus sistemas orgánicos dejan de ser eficaces para afrontar nuevos esfuerzos, la fatiga se prolonga y se produce una disminución del rendimiento deportivo, acompañada de sistemas fisiológicos y psicológicos de agotamiento (Morgan,Brown, Raglin, O ́Connor, Ellickson,1987; Silva, 1990), que además puede llegar al abandono de la práctica deportiva (Weinberg y Gould,1996). Todo esto tiene que ver con el sobreentrenamiento.


 
 Realiza deporte bajo la supervisión de profesionales y evita caer en el abandono de la práctica deportiva y lesión muscular por sobreentenamiento.




Este estado va acompañado de síntomas, como: debilidad muscular, disminución del apetito, cambios hormonales y hematológicos, alteraciones en el humor y depresión psicológica. Todos ellos pueden derivar en lesión muscular  y en el deterioro del rendimiento,  impidiendo a algunos deportistas  mantener y  superar sus marcas previas.





Recuerda que haces ejercicio porque te gusta, porque a nivel mental, físico y espiritual te completa, porque la curiosidad y la pasión por realizar algo que te gusta es el primer paso hacia el bienestar.



 Salud y risas.
Antonio Regodón






Cunha, G. D. S., Ribeiro, J. L., & Oliveira, A. R. D. (2006). Sobretreinamento: teorias, diagnóstico e marcadores. Revista Brasileira de Medicina do Esporte, 12(5), 297-302.



Morgan, W.P.; Brown, D.R.; Raglin, J.S.; O ́Connor, P.J. y Ellickson, K.A. (1987).

Psychological monitoring of overtraining and staleness. British Journal of Sports Medicine, 21(3), 107-114.



Silva, J.M. (1990). An analysis of the training stress syndrome in competitive athletes.Applied Sport Psychology, 2,5-20.



Weinberg, R.S. y Gould, D. (1996). Fundamentos de Psicología del deporte y el ejercicio físico.

Barcelona: Ariel Psicología.



Suay, F., Ricarte, J., & Salvador, A. (1998). Indicadores psicológicos de sobreentrenamiento y agotamiento. Revista de Psicología del Deporte, 13, 7-25.